El Universo del Ciempiés Humano

Existe una trilogía de películas creadas sólo para paladares finos, apreciables únicamente por aquellas personas capaces de comprender lo que es el verdadero arte. Sí, exactamente, estamos hablando del Universo del Ciempies Humano (o UCH, para abreviar). Y desde este blog traemos unas breves reseñas sobre esta franquicia, porque consideramos que sumergirse en el UCH es una experiencia que debe vivirse por lo menos, una vez en la vida.

La primera secuencia gira alrededor del Dr. Heiter, un misterioso cirujano Alemán retirado, especialista en la separación de gemelos siameses. Habitando una casa enorme en un alejado sector rural, y aislado de la sociedad, Heiter se ha dedicado a crear un tenebroso procedimiento: la unificación de varios seres vivos que compartan un único sistema digestivo. Impulsado por el éxito de su experimento inicial (la producción de un “ciempiés canino”), el Doctor decide pasar a la etapa fundamental de su trabajo: realizar la operación en un grupo de humanos.
Por otro lado y paralelamente, acompañamos a dos amigas estadounidenses que se encuentran recorriendo Europa. Estando justamente en Alemania, las jóvenes se pierden de camino a una fiesta y quedan varadas en un bosque denso y oscuro. Desorientadas, perdidas, sin señal en los celulares, sin hablar el idioma local, y con una fuerte tormenta encima, las chicas se topan con el hogar del Doctor. Luego de una breve interacción en la que explican lo que les pasó, Heiter las hace pasar para llamar a una grúa, pedir asistencia y ofrecerles un vaso con agua. Sin embargo y lamentablemente para nuestras protagonistas, el agua está contaminada, y sin saberlo, pasan a formar parte de su terrible experimento.


La segunda entrega de la trilogía del UCH (“Universo del Ciempiés Humano”) es muy diferente a la primera, y en mi opinión, es mucho más dura, terrible e inquietante. Paralelamente el director decidió usar el recurso de enmarcar el relato, lo que hace que esta película tenga, desde el lado narrativo, más peso y dimensión. 
Esta vez seguimos a un protagonista extremadamente turbio, que no emite una sola palabra en todo el film. El hombre se obsesiona con “El ciempiés humano 1”, lo que lo lleva a intentar crear su propia abominación en la “vida real” (y lamentablemente para sus víctimas, lo logra).
Como dato de color, este largometraje está grabado completamente en blanco y negro, lo que también funciona como un elemento narrativo además de estético.


La tercera y última secuencia de la ya querida trilogía del UCH hace nuevamente uso del relato enmarcado para desarrollar su trama.

Esta vez, el escenario en el que ocurren las atrocidades de este peculiar Universo es una cárcel. El Director de la prisión (que es el actor que personifica al mismísimo Dr. Heiter, el antagonista de la primera secuencia y el creador del “procedimiento” original), y su contador (que es el protagonista de la segunda secuencia) se encuentran con un grave problema entre manos: la penitenciaría está superpoblada, y se encuentran muy faltos de recursos para mantener a los reos y la infraestructura. Dwight, el efectivo contador, propone entonces una idea tan amoral como innovadora: crear un ciempiés gigantesco con todos los presos, inspirado directamente por la película “El Ciempiés Humano 1”, e incluso copiando los procedimientos tal como se indican en el primer film.
Un dato curioso extra es que los personajes de esta tercera entrega deciden contactar al director de la trilogía de la vida real, Tom Six, para que los asesore en la creación del ciempiés (pulverizando la cuarta pared).

Y así llegamos al final de esta examinación; habiendo cumplido nuestro objetivo de presentarles el característico mundo del UCH, ahora el turno es de ustedes: ¿se atreven a mirar las películas?