Hice un proyecto de sonido. Es totalmente inescuchable. La "lista de temas" es:
1- Sanaré tus heridas con mi sangre (00:00 - 00:19)
2- No preguntes (00:20 - 02:21)
3- Silencio (02:22 - 04:23)
Sonidos de Horror: Stalaggh
Uno de los proyectos musicales más originales, misteriosos, perturbadores e inquietantes que conozco se llama Stalaggh, y su fama no proviene únicamente de su sonido: las increíbles historias y teorías que giran alrededor de este grupo definitivamente actúan como potenciadores de su imagen.
Las identidades de sus integrantes se desconocen, pero hay quienes sostienen que su formación incluye a varios músicos consagrados y reconocidos. Tampoco se sabe con exactitud de dónde provienen; se supone que de algún sitio “entre Bélgica y Holanda”. Y, presuntamente, se formaron con el objetivo de transmitir y expandir el nihilismo y la misantropía, aunque obviamente esto tampoco está confirmado. Lo único seguro es que se toman su anonimato muy en serio.
El núcleo del proyecto es la forma en la que la crean sus grabaciones y sus discos: los miembros de la banda trabajan con pacientes de hospitales psiquiátricos -quienes muchas veces tienen pasados muy violentos y controversiales- y les dan una única indicación: gritar. De esta manera buscan capturar lo que consideran que es el “verdadero dolor y sufrimiento humano”. Estos alaridos posteriormente son utilizados como elementos centrales de los álbumes; e incluso, uno de los pacientes que estuvo presente en más de una grabación, luego de pasar por un episodio psicótico, realizó parte del arte gráfico de la banda.
Sin embargo, como anticipé al comienzo, nada de todo esto está confirmado y el grupo se mantiene muy cómodamente en el misterio de su preciado anonimato. Lo que queda es, simplemente, atreverse a escuchar la discografía, y permitir que el miedo y el horror nos entren por la piel.
Cuaderno de notas: Subtes
En 2023, como ejercicio para un Taller de Escritura, hice un Cuaderno de Notas (puntualmente de observaciones) sobre el Subterráneo porteño.
Entrada 1: Subte línea A. De un lado, todas las personas tienen su celular en la mano, menos un hombre que duerme con la cabeza colgando. Del otro lado casi la misma escena, con dos diferencias: una chica está leyendo un libro, y una niña mira atentamente a los demás pasajeros. En total, 3 personas viajan sin mirar el celular.
Entrada 2: Subte línea E. Llueve, y se escucha desde adentro. Unas señoras comentan este hecho, y cómo ninguna trajo paraguas. Dicen “la gente está cada vez menos previsora”, y se ríen de la ironía.
Entrada 3: Sube una familia de cinco integrantes, dos padres y tres pibes. Todos están muy emocionados, miran y señalan todo. Claramente son turistas. Están viajando a Plaza de Mayo, y consultan el mapa varias veces. Le preguntan algo a una señora, y le comentan que no son de acá.
Entrada 4: En la línea A, en el sector de los talleres de Miserere, pusieron detectores de movimiento en el techo.
Entrada 5: La luz del techo parpadea algunas veces con el subte detenido. Se abren las puertas, se cierran hasta la mitad y se abren de nuevo. Quedan abiertas. Aparece gente que corre hacia la salida. “¡Humo!” grita una señora; “¡fuego!” grita alguien más. Sale humo denso del último vagón. Corremos con la masa, subiendo las escaleras. Parece una película de tipo catástrofe. Afuera las paradas de colectivo se llenan rapidísimo, con el flujo de gente escapando del subte.
Entrada 6: (Extensión de la entrada anterior - Breve elipsis) El Parque Rivadavia tiene el pasto cortito. La falta de movimiento y los puestos cerrados parecen impropios en la zona, como si algo se hubiera roto durante la noche y lo dejaron todo así porque nadie lo pudo reparar.
Entrada 7: Unos nenes se presentan ante los pasajeros, comentan que van a cantar un tema que escribieron sobre sus vivencias en la calle, y que esperan no molestar. La letra es dura. Los artistas se mantienen a ritmo, ajenos al ruido ambiental. Cambian el tempo a gusto. La gente les da buenas colaboraciones.
Entrada 8: En la estación Primera Junta hay un taller subterráneo, y un espacio gigantesco en el que se acomodan los subtes cuando no hay pasajeros.
Entrada 9: En la línea H, a veces, entre vagones, hay una conexión de hierro que pareciera ser un piso suspendido.
Entrada 10: La terminal de la línea E más cercana a casa está despintada y oxidada. La terminal de la línea H más cercana a casa huele a perfume y el piso brilla. La terminal de la línea A más cercana a casa es un intermedio entre ambas, y tiene olor a limón muy fuerte.
Entrada 11:
- Ese libro es durísimo.
- ¿Qué?
- No, perdón, decía que ese libro es durísimo. Vas a sufrir con el final.
- ¡Ah! Perdón, no escuché. Sí, ya lo estoy sufriendo (risa cordial).
- Es un autor buenísimo. ¿Es el primero que lees de él?
- Sí, el primero. Me lo recomendaron, y me enganché rápido.
- Te recomiendo (el ruido no permite escuchar el título), si te gustó este.
- ¡Buenísimo! Ahora lo anoto.
- ¡Uh, casi me paso! ¡Chau!
- ¡Chau! (se cierran las puertas) ¡Gracias!
(Se saludan con la mano desde lejos)
Entrada 12: Último recorrido del día, cerca de las 23:30. Un señor aprovecha la soledad para dormir estirado, ocupando varios asientos. Un perrito blanco viaja cerca del hombre y también duerme. Se suben cinco policías uniformados, pero sin las gorras puestas (lo que implica que no están de servicio). 7 personas y 1 perrito en todo el vagón.
Entrada 13: Furgón. Dos vendedores ambulantes se saludan, charlan brevemente. El que llegó primero le dice que pase, el que llegó después le dice que no, que por favor. El primero vende un set de lapiceras de colores. Les vende a dos personas. El segundo vende un aparatito que es como un perchero portátil. Hace la demostración pegando el cosito en una pared, y colgando la mochila. Aguanta bien. Vende muchos. “Cómo la pegaste, gordo hijo de puta”, le dice el primero al segundo entre risas y golpecitos amigables.
Entrada 14: Algunas estaciones curvas permiten ver cuando viene el subte de lejos. El ruido es lo más traicionero, igual.
Entrada 15:
- Mamá.
- ¿Qué?
- ¿Estamos abajo de la tierra?
- Sí, es un túnel larguísimo.
- ¿Y cómo podemos respirar?
- Porque el aire está en todos lados.
- ¿Y qué pasa si se acaba el aire?
- Te dormís.
Entrada 16: Un tipo con un saco que le queda grande, una señora muy pintada, un artista callejero tocando la guitarra, el balanceo, la velocidad, una chica manda un audio, se abren las puertas, baja gente y sube gente, un señor se queda mirando pero no sube y lo deja pasar, se informan demoras en otra línea, una piba mira alrededor y anota en un papel, ¿estará haciendo un cuaderno de notas también?
Entrada 17: Podcast, o música.
El Universo del Ciempiés Humano
Por otro lado y paralelamente, acompañamos a dos amigas estadounidenses que se encuentran recorriendo Europa. Estando justamente en Alemania, las jóvenes se pierden de camino a una fiesta y quedan varadas en un bosque denso y oscuro. Desorientadas, perdidas, sin señal en los celulares, sin hablar el idioma local, y con una fuerte tormenta encima, las chicas se topan con el hogar del Doctor. Luego de una breve interacción en la que explican lo que les pasó, Heiter las hace pasar para llamar a una grúa, pedir asistencia y ofrecerles un vaso con agua. Sin embargo y lamentablemente para nuestras protagonistas, el agua está contaminada, y sin saberlo, pasan a formar parte de su terrible experimento.
Como dato de color, este largometraje está grabado completamente en blanco y negro, lo que también funciona como un elemento narrativo además de estético.
La tercera y última secuencia de la ya querida trilogía del UCH hace nuevamente uso del relato enmarcado para desarrollar su trama.
Esta vez, el escenario en el que ocurren las atrocidades de este peculiar Universo es una cárcel. El Director de la prisión (que es el actor que personifica al mismísimo Dr. Heiter, el antagonista de la primera secuencia y el creador del “procedimiento” original), y su contador (que es el protagonista de la segunda secuencia) se encuentran con un grave problema entre manos: la penitenciaría está superpoblada, y se encuentran muy faltos de recursos para mantener a los reos y la infraestructura. Dwight, el efectivo contador, propone entonces una idea tan amoral como innovadora: crear un ciempiés gigantesco con todos los presos, inspirado directamente por la película “El Ciempiés Humano 1”, e incluso copiando los procedimientos tal como se indican en el primer film.Un dato curioso extra es que los personajes de esta tercera entrega deciden contactar al director de la trilogía de la vida real, Tom Six, para que los asesore en la creación del ciempiés (pulverizando la cuarta pared).
El Gran Capitán: un Tren histórico
Una de las personas más intrínsecamente positivas que conocí en mi vida me hizo conocer el lugar por donde ingresar a conocer a este tren en particular. Por una serie de cuestiones, la famosa maquinaria apodada “Gran Capitán” ocupa un lugar cómodo y seguro en mi memoria.
Un día de semana, tarde en la madrugada, nos encontramos con otras dos personas en una plaza de la zona con el objetivo en mente. Después de organizarnos y acordar algunas cuestiones, caminamos una larga distancia hasta alcanzar un extenso alambrado; del otro lado, un descampado en el que descansaban vagones fuera de circulación. Un poco más allá, la estación, en pleno funcionamiento.
“Mirá para abajo a la derecha”, me dijeron cuando pasamos por el lugar exacto: la reja, el corte hecho previamente, y la distancia a recorrer eran perfectas. “Demos una vuelta y entramos”, determinó el que mejor conocía el terreno. A pesar de la hora había bastante movimiento y lo último que queríamos era atraer atención. Finalmente entramos sin contratiempos.
Lejos ya de su máximo esplendor, el famoso Capitán recorría desde la Capital Federal de Buenos Aires, hasta Posadas, Misiones, en un trayecto de más de mil kilómetros.
Mucho más que un simple método de transporte, este tren y su recorrido implicaban comunicación directa entre capitales, lo que a su vez significaba abastecimiento y posibilidades de crecimiento para las zonas que atravesaba.
Durante el gobierno de Men** (político Argentino cuyo nombre es censurado, porque nombrarlo trae mala suerte) el servicio fue, lamentablemente, interrumpido de manera absoluta. Entre 2003 y 2011 el tren funcionó penosamente y con grandes dificultades, siendo su último recorrido el 11 de noviembre de dicho año; durante su retorno de Posadas a Capital, el equipo responsable interrumpió el tramo en la Estación Caza Pava, provincia de Corrientes, por problemas técnicos.
Desde entonces el futuro para esta histórica locomotora es totalmente incierto: hay planes (o quizás convendría decir “rumores”) para su reactivación, pero en la realidad estamos lejos aún de la fecha en que el Gran Capitán vuelva a correr con su encanto característico los rieles de las diversas provincias Argentinas.